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Yan’an: un“laboratorio de democracia”

Gunther Stein cuenta la historia de los frijoles

“Los frijoles ruedan, los frijoles votan, los frijoles van a los tazones correctos”. Durante su visita a Yan’an, junto con otros periodistas chinos y extranjeros, el británico Gunther Stein escuchó por primera vez esta rima folclórica popular que despertó su curiosidad.

En 1944, un grupo de periodistas chinos y extranjeros logró romper el bloqueo informativo impuesto por el Guomindang y visitaron Yan’an, donde tuvieron intercambios profundos y sin restricciones con los lugareños y los soldados, y donde observaron Yan’an con sus propios ojos. Mientras estuvo allí, Stein conoció a Yang Buhao, un renombrado trabajador modelo y experto en votaciones. No obstante, ¿cómo era posible que los campesinos, quienes no sabían leer ni escribir, pudieran votar? Stein, creyéndolo a medias, decidió ir a los centros de votación para comprobarlo por sí mismo. Allí vio que el comité electoral repartía a cada votante la misma cantidad de frijoles. Además, se habían colocado varios tazones sobre la mesa, uno para cada candidato. Los supervisores electorales les decían a los votantes a quién correspondía cada tazón. Luego, los votantes emitían su voto en estricta confidencialidad, solo con la presencia de los supervisores. La ingeniosa rima popular mencionada anteriormente captó vívidamente el entusiasmo de aquellos votantes locales.

Esta foto antigua fue tomada en un centro electoral donde Stein fue testigo de lo que los lugareños llamaban cariñosamente la“votación de frijoles”. El PCCh creó este método como una forma de asegurarse de que las personas que no sabían leer pudieran ejercer su derecho al voto. De esta manera, se estableció un fuerte vínculo de uña y carne entre el PCCh y el pueblo en la región limítrofe entre Shaanxi, Gansu y Ningxia.

La“votación de frijoles”.

Stein hizo comparaciones entre Yan’an y Chongqing (la capital del gobierno del Guomindang), entre las bases de apoyo contra la agresión japonesa y las zonas dominadas por el Guomindang y, además, entre el PCCh y el Guomindang. Descubrió que las políticas de nueva democracia aplicadas por el PCCh en las bases revolucionarias contaban con el sincero apoyo del pueblo, la milicia popular irradiaba una potente vitalidad y fuerza, y el ejército se batía con heroicidad. Mientras que la desmoralización reinaba entre las tropas del Guomindang, con una capacidad de combate que distaba mucho de la alcanzada por el VIII Ejército. A Stein se le agolparon los sentimientos. Registró sus observaciones en el libro El desafío de la China roja ( The Challenge of Red China ), lo que permitió a los lectores de todo el mundo conocer el ingenio de los métodos electorales en la meseta de Loess. Además, Stein escribió que él tuvo la libertad de entrevistar a cualquier persona y preguntarle todos los detalles y sin rodeos sobre su vida política.

Con la misma franqueza, Stein le preguntó en una entrevista a Mao Zedong si realmente no había posibilidad de cambiar“la terrible palabra ‘comunista’ en el nombre del partido”. Mao sonrió y le respondió que los comunistas de todos los países persistían en la ideología política marxista, pero los caminos que los llevaban a realizar el ideal comunista podían ser diferentes. En el caso de los comunistas chinos, lo que los diferenciaba de otros era que se dedicaban sin reservas a una causa que se situaba por encima de todo interés personal.

Por aquel entonces, la democracia de Yan’an atraía a un gran número de jóvenes de todo el país, quienes viajaban miles de kilómetros y llegaban allá contra viento y marea. Aquellos jóvenes entusiastas afluían como una marea a Yan’an, donde las puertas siempre estaban abiertas, con la esperanza de embarcarse en un viaje hacia un futuro más brillante para China. YUaMh0ZgmrWqjf+OoEZDJzYnBA21q40zAKd6xtzCAys3Qi0tA5vzerSs8rt/2y/a

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