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Desde aquí veo la esperanza de China

Evans Fordyce Carlson, un“discípulo”estadounidense del VIII Ejército

Entre los periodistas extranjeros que visitaron Yan’an, Evans Fordyce Carlson fue bastante especial. No solo fue un periodista apasionado y comprometido que arriesgó su vida marchando y luchando con el VIII Ejército, sino también un oficial militar estadounidense que buscaba la verdad y que llevó el arte de la guerra del PCCh al otro lado del Pacífico.

En septiembre de 1937, Edgar Snow regresó a Shanghai de su visita secreta a Yan’an. Allí se encontró con Carlson, quien había observado la batalla de Shanghai. Tras leer el borrador de Estrella roja sobre China ( Red Star Over China ), Carlson quedó impresionado por el contenido del libro y decidió ir él mismo a Yan’an. No fue fácil hacer realidad su plan, pero Carlson consiguió un salvoconducto militar tras mucho esfuerzo y llegó finalmente a Yan’an. Allí conoció a Mao Zedong y otros dirigentes del PCCh. También se hizo una foto con Mao. En sus memorias, Carlson escribió:“Mao es un genio modesto, amable y solitario que, en la oscuridad de la noche, procura buscar la paz y la justicia para su pueblo”.

Más tarde, Carlson fue a la Comandancia General del VIII Ejército en Shanxi. Mantuvo conversaciones profundas con Zhu De y desarrolló una relación familiar con el comandante en jefe. A diferencia de otros periodistas, Carlson estaba muy interesado en saber cómo el PCCh dirigía y entrenaba a su ejército. Para conocerlo más de cerca, después de visitar la comandancia general, se dirigió al frente antijaponés, viviendo, marchando e incluso luchando con los soldados del VIII Ejército. Durante ese periodo, Carlson captó y apreció la esencia de las tácticas guerrilleras: la dispersión y el encubrimiento. Carlson y los guerrilleros iban y venían en hileras a través de las empinadas montañas del oeste de China, luchando de manera flexible contra los agresores japoneses gracias a la información proporcionada por los lugareños. En una ocasión, un grupo de 700 soldados japoneses se infiltraron en una base de apoyo antijaponesa. Una brigada del VIII Ejército los persiguió hasta un valle, donde 500 soldados chinos les tendieron una emboscada aprovechando las ventajosas circunstancias del terreno. Después de una feroz batalla que duró un día y una noche, el ejército japonés dejó 90 cadáveres y huyó apresuradamente, mientras que el VIII Ejército no había sufrido pérdidas humanas. Las tácticas guerrilleras fueron tan eficaces que el VIII Ejército fue capaz de imponer enormes costos al enemigo con pérdidas mínimas propias. Carlson también aprendió la importancia de la educación, tanto política como táctica. Los soldados debían comprender la naturaleza y el propósito de cada operación, y reconocer la causa por la que luchaban. Solo de esta manera iba a ser posible construir un ejército con lealtad, firmeza y coraje. Una vez, Carlson participó en un pelotón para interceptar al ejército japonés. Cada soldado cargaba 32 libras en equipos, e incluso marchaba más de 90 kilómetros por la noche. Tras un duro viaje de 32 horas, llegaron al destino y cumplieron su misión con gran éxito. Incluso dentro del entrenamiento especializado del Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos, Carlson logró seguir el ritmo del pelotón a duras penas. Estaba asombrado de que ninguno de los soldados chinos se quedara atrás como él a pesar del agotamiento. Le preguntó a uno de ellos cómo lo lograba. El soldado le respondió:“Un hombre con solo dos piernas se quedaría atrás. Pero aparte de las dos piernas, tengo un buen discernimiento. Comprendo la grandeza de la guerra de resistencia y sé exactamente lo que significa esta operación para la guerra en su conjunto”. De las palabras del soldado, Carlson se dio cuenta del gran poder que habían logrado las tácticas guerrilleras y la educación ideológica. Cuando los soldados unían fuerzas, eran capaces de vencer a cualquier enemigo.

Carlson es condecorado con la Cruz de la Armada por el almirante de cinco estrellas Chester William Nimitz por su victoria en la isla Makin.

Durante su observación de más de ocho meses de la Guerra de Resistencia contra la Agresión Japonesa, Carlson recorrió más de 8.000 kilómetros por Yan’an y por todas las bases de resistencia del norte de China. Basado en su experiencia, llegó a una sorprendente conclusión:“La guerra de guerrillas llevará a China a la victoria. La esperanza de China reside en el PCCh y el VIII Ejército”.

Carlson quedó profundamente impresionado por la educación ideológica del VIII Ejército. Se dio cuenta de que no había“oficiales y soldados”, sino“cuadros militares y soldados”. No había distancia entre los diferentes rangos, solo confianza entre hermanos, compartiendo la vida y la muerte. Antes de cada operación, se celebraba una reunión para informar a los soldados la naturaleza y el objetivo de la campaña, así como cuál era el deber de cada uno y los riesgos potenciales. Tras la operación, se analizaban las causas de la victoria o de la derrota y cómo se relacionaba esa operación con el objetivo general de la Guerra de Resistencia contra la Agresión Japonesa. Era absolutamente distinto a la rígida jerarquía dentro del ejército estadounidense.

Cuando estalló la Guerra del Pacífico, Carlson asumió la misión de volver al Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos. Basándose en el pensamiento militar que adquirió en China, creó el comando de combate en espacios cerrados, conocido como el“destacamento de choque de Carlson”. Carlson rompió con los privilegios jerárquicos y las convenciones del ejército estadounidense, al introducir el enfoque igualitario del VIII Ejército. Como un soldado común, cumplía con la misión de hacer guardia, hacía cola para recibir su ración y acampaba en el campo. El“destacamento de choque”celebró también una reunión de debates sobre la democracia, a la manera del VIII Ejército, en los que permitía a todos los soldados criticar el entrenamiento semanal. El capitán James Roosevelt, hijo del presidente Franklin Roosevelt, elaboró informes sobre la situación, como lo hacían los comisarios políticos en el VIII Ejército. Carlson integró las tácticas guerrilleras con educación ideológica en el entrenamiento, con el fin de que los soldados conocieran por qué y por quién luchaban. Empleando la táctica de asalto del VIII Ejército, lanzó un ataque sorpresa al depósito de suministros marítimos de Japón, en la isla Makin. Fue una de las más importantes victorias en lo que llevaba la guerra entre EE.UU. y Japón.

Su equipo cumplió meritorios servicios en la Segunda Guerra Mundial y Carlson, el héroe de la Guerra del Pacífico, recibió la Cruz Naval en tres ocasiones. La historia de este legendario equipo fue llevada al cine, lo que permitió una amplia difusión en todo el mundo.

Debido a la discapacidad física derivada de viejas lesiones, Carlson se jubiló del rango de general en 1946. Mientras estuvo gravemente enfermo, Mao Zedong, Zhou Enlai y otros llegaron a enviarle cartas de agradecimiento en nombre del pueblo chino por su imborrable contribución a la democracia china. Carlson falleció en mayo de 1947. Su“hermano chino”, el comandante en jefe Zhu De, envió un mensaje de condolencia. El pueblo chino recordará siempre a Evans Fordyce Carlson por su adhesión a la verdad y la justicia, y por su simpatía y apoyo a la causa revolucionaria del pueblo chino. 0aS2nPGV5zl0At6kscuq1VBJMi/HFbcprzsfIcjR4gb5vP6CB+gKpyXz5j4VFitD

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